¿Cómo mantengo amistades femeninas saludables?

Como seres humanos, estamos hechos para conectarnos y necesitamos otras mujeres en nuestras vidas. Vemos la verdad de esto incluso dentro de la organización de la Sociedad de Socorro y los principios de ministración. El élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “Cada hermana de esta Iglesia que ha hecho convenios con el Señor tiene el mandato divino de ayudar a salvar almas, guiar a las mujeres del mundo y fortalecer los hogares de Sión. y construir el reino de Dios”. (Mujeres de Justicia, Liahona, abril de 2002, pág. 70.)

Las siguientes son algunas cosas que hemos encontrado útiles para mantener amistades femeninas saludables. (Esta lista ha sido compilada con aportes de los miembros de nuestro Grupo de Mujeres North Star SSA).

• Compruebo mis motivaciones mientras interactúo con mis amigos.

• He desarrollado una lista de señales de alerta y cada vez que conozco a una nueva amiga, me comparo con esta lista para asegurarme de que mi amistad mantenga límites saludables

  1. ¿Debo cancelar planes existentes para pasar tiempo, hablar o ayudar a esta amiga?

  2. ¿Busco una conexión física, emocional y/o espiritual con esta amiga más allá de mis amistades típicas?

  3. ¿Pienso excesivamente en mi amiga todo el tiempo?

  4. ¿Mi amistad se ha construido a lo largo del tiempo de manera saludable? ¿O construí una “amistad profunda” y un vínculo en unas pocas horas o días?

  5. Cuando estoy con mi “amiga especial”, ¿quiero estar a solas con ella y resentirme cuando hay más personas presentes, o está bien estar en un grupo con ella?

• Descubrimos que nuestras atracciones comienzan con una conexión emocional que pasa a un enredo emocional, luego a la codependencia y luego a un ámbito romántico y físico. Si podemos reconocer tempranamente la fuerte conexión emocional, podemos detener la progresión hacia algo incongruente con las enseñanzas del evangelio y, a través del proceso, aprender límites y formas de interactuar más saludables.

• Cuando me doy cuenta de que quiero estar sóla con esta amiga, y quiero que sea todo para mí, y no quiero que pasen tiempo con otros, y los agoto, sé que esta amistad no está en un lugar saludable.

• Una de las formas en que me he dado cuenta de que no estoy en un lugar saludable es cuando veo que mis amistades con nuevas amigas se mueven por mi vida como si estuvieran en una noria: una persona llega a mi vida, damos vueltas por el círculo, se van y otro amigo sube a bordo. Cuando noto este patrón en mi vida, sé que necesito revisar mis límites y mi salud emocional.
  
  Como mujeres que experimentamos AMS, podemos ser "adictas a la intensidad". Entablamos amistades muy fuertes. Podemos saber que no es saludable cuando dejamos nuestro tiempo con esa persona y solo queremos pasar más tiempo con ella, en lugar de sentir que nuestra copa está llena. El tiempo juntas dentro de una amistad sana nos hará sentir animadas y listas para volver a relacionarnos con nuestro cónyuge u otros amigos.
  
  Necesitamos vigilar nuestros pensamientos. En el momento en que una nueva mujer llega a mi vida, reviso la lista de señales de alerta cada vez, y si se me pasa por la cabeza el pensamiento de que es atractiva, no me entretengo con ese pensamiento. Reconozco el pensamiento y luego le permito moverse a través de mí sin aferrarme a él ni obsesionarme con él. De esta manera el pensamiento no se atasca y puedo seguir adelante. De esta forma, los pensamientos no tienen tiempo de convertirse en fantasías o acciones.
  
  Tenga amigos que le señalen y le alienten a gestionar sus señales de alerta.
  
  Siempre cuestione continuar una amistad cuando ambas nos sentimos atraídas la una por la otra.
  
  Y aquí está la prueba de fuego definitiva para nosotros: si puedo mantener esta amistad (la forma en que hablamos juntos, la forma en que actuamos juntos) frente al profeta, y él estaría de acuerdo con eso, entonces sé que es una amistad saludable.